Cuando la tristeza, el enojo o el miedo aparecen en nuestras vidas genera un malestar que intentamos eliminar a toda costa, pero es importante dejarnos sentir.

 Imagina que somos como un auto, que le enciende el foquito rojo en el tablero, y gracias a esto páramos y revisamos que es lo que sucede… bueno pues igual con nosotros.

 Las emociones, son señales informativas que dirigen nuestra conducta en las situaciones que vivimos.

 Por tanto, todas son útiles aunque algunas dolorosas puesto que es el punto de inicio del proceso de aceptación de una realidad que nos hiere. Aceptarlas, no es signo de debilidad, debemos permitirnos sentir, contrariamente a lo que nos enseñaron.

 Es importante sentir para disminuir el sufrimiento, pero… ¿nos hemos detenido a pensar qué es este sufrimiento? El sufrimiento es como una balanza donde apenas contamos con recursos para hacer frente a lo que estamos sintiendo.

 La balanza está desequilibrada, y es importante trabajar con nuestros recursos personales y aprender otros nuevos, para equilibrarla y sentirnos mejor.

Lo mejor que puedes hacer es acudir con un especialista para que te oriente, pero también te comparto estas recomendaciones: 

1. Busca apoyo en tus seres queridos. Es normal que estés confundida y prefieras estar sola, pero contar con una red de apoyo siempre será reconfortante.
2. Encuentra pequeños espacios de bienestar, es necesario darse permiso para vivir y disfrutar aun con ello.
3. Expresar tus emociones, pensamientos a través de un diario y/o cartas. Escribe todo lo que pase por tu mente, así descargarás y liberarás tu sentir.

No reprimas tus sentimientos ó los acumularas. Soy consciente de que los consejos que te acabo de proponer no son fáciles de seguir, pero confío que tu fuerza te dará las herramientas para ser más resiliente.

Te abrazo a la distancia, Grettell Valdez💚