Sabemos la importancia de cuidar nuestro cuerpo con ejercicio y una alimentación saludable, pero muchas veces desatendemos nuestro interior y tenemos comportamientos que nos alejan de llevar una vida equilibrada.

El bienestar emocional, es conocernos, tener flexibilidad para adaptarnos a las adversidades, cuidar de nuestros pensamientos y de nuestras propias palabras.

Hace tiempo hablaba con una amiga, sobre el poder de las palabras y mencionó un experimento que me pareció muy interesante; el cuál consistía en dos plantitas, a una le hablarían lindo, destacando sus virtudes, mientras que a la otra solo recibía críticas, insultos y solo mensajes negativos.

Y ¿saben que paso? la planta que sólo había recibido cumplidos seguía creciendo, mientras que la que había sido víctima del acoso y las palabras negativas, se marchitaba poco a poco, sus hojas se veían caídas, secas y tristes.

Imagínate el impacto que esto tiene en una persona… Tenemos que tener cuidado de lo que pensamos, sentimos, decimos y cómo actuamos.

Cada vez que seas consciente de que tu autodiálogo no está siendo beneficioso para ti, detente un momento, abandona esas palabras y reeduca tu vocabulario.

Así mismo con los demás, más allá de lo que escuchamos, lo primero que debemos ser responsables es en lo que decimos, procurar llenar de buenas palabras e intenciones a las personas que nos rodean para que retiemblen esas palabras en nosotros.

Las palabras tienen el poder de crear o de destruir ¿Cómo vas a elegir utilizarlas?

-Grettell Valdez